El Espanyol salió a pista con convicción y muy concentrado en su objetivo ante el Shum de Maçanet. Y bien pudo haberse llevado los tres puntos, aunque el resultado final de empate a 2 le sirve para mantenerse fuera de la zona de descenso.
En la primera parte, el ímpetu perico consiguió mantener a raya al rival, hasta que casi al final un gol del rival por falta directa a causa de una tarjeta azul, rompió el juego. Una sanción que el que aquí suscribe aún intenta entender. Y que conllevó además una tarjeta roja al entrenador del Espanyol ante su evidente enfado. Y es que esta fué la gota que colmaba el vaso ante una actuación arbitral…extraña.
Nada más comenzar la segunda parte el Shum consiguió colocar su segundo tanto en la portería del Espanyol. Pero el conjunto local sacó lo mejor de si mismo y con mucho coraje consiguió remontar el partido, empatando e incluso teniendo ocasión de ganar el partido en una fallida ejecución de falta directa a sólo tres segundos del final.
En resumen, un muy buen partido que demuestra que este equipo es muy capaz de superar las seis finales que le quedan por delante.